Los cuadros de fibra de carbono han ganado popularidad en los últimos años debido a su menor peso y mayor rigidez, lo que los convierte en la mejor opción para las carreras. Sin embargo, su precio es más elevado. La vida útil de estos caros cuadros es indefinida siempre que no estén dañados o mal fabricados.

Entre los factores que pueden influir en la vida útil de los cuadros de fibra de carbono se encuentra la calidad de la propia fibra de carbono. La fibra de carbono no tiene caducidad y es resistente al óxido. Se presenta en cinco grados diferentes basados en el módulo de tracción y la resistencia. Por lo general, la fibra de carbono de módulo intermedio tiene la mayor resistencia a la tracción y una vida útil más larga. La calidad de la resina también es crucial, ya que mantiene unidas las piezas de fibra de carbono para formar la estructura dura y resistente del cuadro. El proceso de fabricación desempeña un papel importante en la determinación de la vida útil, incluidos los materiales utilizados y el proceso de curado para unir la resina a la fibra de carbono. Las medidas de protección durante la fabricación, como los revestimientos resistentes a los rayos UV, son importantes, ya que estos pueden dañar el material con el tiempo.

El impacto es el tipo de daño más común y perjudicial para los cuadros de fibra de carbono. La tensión también puede afectar al cuadro, especialmente en zonas como las vainas o el tubo superior. Un cuidado inadecuado, incluidos el almacenamiento y el mantenimiento, puede acortar gravemente la vida útil del cuadro.

En resumen, la vida útil de un cuadro de bicicleta de fibra de carbono depende de la calidad de los materiales, el proceso de fabricación y el cuidado adecuado. Con una manipulación y un mantenimiento adecuados, puede durar indefinidamente.