Las planchas de fibra de carbono, apreciadas por su excepcional relación resistencia-peso, son una opción popular en numerosos sectores. Una preocupación común entre los usuarios es su susceptibilidad a las marcas superficiales.

A pesar de su durabilidad, la matriz de resina que une las fibras de carbono puede ser vulnerable. En efecto, el contacto con materiales abrasivos o bordes afilados puede dejar arañazos en la superficie. Afortunadamente, un cuidado diligente y una manipulación adecuada pueden minimizar considerablemente este riesgo.

Proteger su inversión implica sencillas medidas preventivas. Levante siempre la tabla para moverla, evitando arrastrarla por superficies rugosas. Utilice únicamente productos de limpieza suaves y no abrasivos con un paño de microfibra suave para limpiarla, y guarde la placa en una funda o estuche protector en un entorno templado.

Restaurar una superficie de fibra de carbono arañada

Para esos inevitables arañazos menores, un meticuloso proceso de pulido puede restaurar eficazmente el acabado de la superficie. La reparación se realiza en dos fases: un esmerilado inicial y un pulido minucioso.

Fase 1: Lijado y pulido inicial

El proceso comienza nivelando la zona rayada. Con un juego de papel de lija húmedo cada vez más fino (a menudo se empieza con grano 600 y se va subiendo hasta grano 1000 o 2000), se lija con cuidado la zona afectada, manteniéndola húmeda para evitar que se recaliente. Este paso suaviza los arañazos y prepara la superficie para el pulido. A continuación, limpie a fondo la superficie para eliminar todos los residuos.

Fase 2: Pulido fino y acabado

Se aplica un compuesto de pulido especializado, como una pasta de diamante o una solución abrasiva fina, con un disco o almohadilla de pulido suave. Con una pulidora de baja velocidad, aplique el compuesto gradualmente para restaurar el brillo de la capa transparente. En esta fase se eliminan las finas brumas dejadas por el lijado y se recupera el brillo intenso. Una limpieza final con un pulverizador especializado garantiza un acabado impecable y sin arañazos.